sábado, 31 de octubre de 2015

EL CONDE FERNÁN GONZÁLEZ Y LA EXENCIÓN DE CASTILLA, de Mariano José de Larra.

Tapa blanda. 216 pág. 13,8 x 21 cm. ISBN 9788494402975

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INTRODUCCIÓN, por Fernando Olaya Pérez (Fragmento)

 Si bien Fernán González aparece en numerosas obras literarias vamos a referirnos ahora a dos antecedentes claros en el género teatral. Destaca, en primer lugar, que Lope de Vega le dedicara una de sus comedias, titulada "El Conde Fernán González" (1623), que parece más centrada en sus avatares batalladores y muy en la línea de la comedia lopesca, presentando a un conde que es un auténtico héroe medieval y un caballero. Un antecedente algo más claro del drama de Larra parece ser "La más hidalga hermosura" (1645) de Rojas Zorrilla, aunque existen evidentes diferencias entre las dos tramas. Aquí Fernán González se ha transformado en un galán de medio pelo y la trama está centrada en cuestiones amorosas.
La obra de Larra recoge el espíritu caballeresco de la figura de Fernán González, pero enreda todo el asunto de la exención de Castilla en una trama palaciega de odios, rencores, amores
superlativos y dudas existenciales.

EL CONDE FERNÁN GONZÁLEZ Y LA EXENCIÓN DE CASTILLA, de Mariano José de Larra (Fragmento)

ESCENA IX (ACTO I)
El REY y FERNÁN GONZÁLEZ.
 
FERNÁN
Gran señor, a vuestros pies
don Fernán González puesto...
Levantándose.
El rey no me oye, ¿qué es esto?
¡Vive Dios! Por San...
REY
¿Quién es?
FERNÁN
Rey don Sancho, a vuestras plantas
está el conde de Castilla,
el que a ninguno se humilla...
Se levanta.
¡Cielos, conde! ¿Y esto aguantas?
¿Dónde, don Sancho, aprendisteis
a tratar con tanta afrenta
al que mejor os asienta
la corona que os pusisteis?
¿Conocéisme, rey don Sancho?
¿Sabéis que en Burgos si os viera,
con sólo que os recibiera
os viniera a vos muy ancho?
¿Que soy tan rey como vos,
y que aunque aquí vos mandéis,
en Burgos me obedecéis,
y que reinamos los dos?
¿Son estas las Cortes, son,
con cuyo torpe pretexto
me sacasteis para esto
del centro de mi nación?
REY
¿Y quién es el sandio, el necio,
el atrevido, el osado,
que así el grito ha levantado?
Sino porque le desprecio,
yo le enseñara a ese conde
a temblar en mí la ley,
y a respetar a su rey
como a su rey corresponde.
Que si aún decís que reináis
porque levantar podéis
los estados que tenéis,
no sois vos el que ignoráis
que es más el rey en León
que no en Castilla su conde.
...

miércoles, 28 de octubre de 2015

EN EL OSCURO CORAZÓN DEL BOSQUE, de José Luis Alonso de Santos.

EN EL OSCURO CORAZÓN DEL BOSQUE/NUESTRA COCINA
de José Luis Alonso de Santos
Prólogo de Marga Piñero
Tapa blanda. 236 pág. 13,8 x 21 cm. ISBN 9788494402968


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FRAGMENTO DEL PRÓLOGO, POR MARGA PIÑERO.

 ¿Cuáles son los conflictos de estos personajes, de estos viejos gatos? Para María Zambrano el ser humano -los personajes- en su trayecto vital -en su tránsito dirá Alonso de Santos- han de enfrentarse con el atrevimiento y el riesgo para cumplir con su condición propiamente humana, el riesgo de atreverse a vivir lo que sienten.

FRAGMENTO DE "EN EL OSCURO CORAZÓN DEL BOSQUE"
 
GATA VIEJA
¡Le he visto!
GATO VIEJO
 

Aparta los ojos del libro y la mira muy interesado.
¿Dónde?
GATA VIEJA
Hace un rato, cruzando delante de los de la mudanza.
GATO VIEJO
Sí..., pero..., ¿dónde?
GATA VIEJA
Sacaron el armario de nogal y el espejo, luego levantaron la alfombra grande del salón y estaba debajo. Ellos no le vieron. Pasó por allí tan tranquilamente.
GATO VIEJO
¡Estaba debajo de la alfombra...! ¡Qué traidor!
Se levanta muy excitado del banco, y pasea de un lado para otro.
¡Sabía que estaba en el salón grande! ¡Lo sabía...! ¿Has visto hacia donde fue?
GATA VIEJA
Eso sí, ¿verdad? Si es para intentar cazar a ese infeliz sí te levantas. Ya ni te duele la rodilla ni te pasa nada. Lo único que aún te mueve es el odio, el odio que le tienes ¿Ves como no te sirve de nada leer ese libro?
GATO VIEJO
¡No es odio! ¡Yo no odio a nadie! A mí no me afecta nada, dejo que las cosas golpeen contra mí, como el viento que trae las hojas a mis pies.
Empuja con su pie las hojas caídas ante él.
GATA VIEJA
¡Majadero! ¡Eres un majadero asesino!
GATO VIEJO
Quiero cogerle porque soy un gato, ¿comprendes?, y él es un ratón. Nada más que por eso. No es una cuestión personal. No es odio. Es mi obligación. Es tradición. Mi padre perseguía ratones, mi abuelo perseguía ratones, el padre del padre de mi abuelo perseguía ratones, y yo persigo ratones, y ya está. Asunto terminado. No quiero darle más vueltas ni más explicaciones.
GATA VIEJA
¿Y por eso te pasas la vida afilando cuchillos y escondiéndolos en los rincones? ¡Quieres matarle! Confiésalo. Eres un animal.
GATO VIEJO
¡Sí, soy un animal, y no me importa! Cuando me veo reflejado en el agua del arroyo me digo siempre: “mira, ahí hay un animal”. No me hago ilusiones por estar todo el día entre los humanos, que son más animales que nosotros. Ellos también matan, ¿o no? Y se destrozan unos a otros. Pero basta, te conozco. Quieres que discutamos porque estás nerviosa por lo que está pasando, y así te desahogas conmigo que no tengo culpa de nada. Y yo “no quiero estar nervioso ni quiero discutir” ¡Quiero respirar despacio y en paz! Respira de forma sonora y controlada abriendo los brazos. 
Esto es lo único que quiero ya en esta vida: respirar, leer mi libro y oír a Mozart. ¡Ah!, y cazar ratones si puedo, claro.
Busca dónde tiene escondido cerca un cuchillo.
GATA VIEJA
Acusándole apasionada.
No te dará vergüenza ser como eres..., siempre pensando en ti mismo, en lo que te apetece o no te apetece, egoísta, que eres un egoísta.
GATO VIEJO
Muy bien. ¿Has terminado? Soy un egoísta y solo pienso en mí mismo porque quiero respirar. De acuerdo. Si no respiro me ahogo, me sienta mal y me muero. No quiero que me contagies tu respiración agitada ni tu angustia por todo. Si llora la niña como si no llora la niña, y si se llevan los muebles como si tiran la casa ¡Me da igual!, ¿lo oyes? Esta mañana he visto salir el sol, y los rayos amarillos iban cubriendo de colores mágicos las paredes. Luego cientos de lagartijas correteando inundaron la celosía como si celebraran una fiesta. Y hace un rato he estado escuchando cantar a la alondra. Ha sido precioso. ¿Tú has visto eso? ¿Lo has oído?
GATA VIEJA
Estaba haciendo cosas más importantes.
GATO VIEJO
Nada hay en la vida más importante que el canto de la alondra. Y tú te lo has perdido.
GATA VIEJA
Puro egoísmo, como siempre.
GATO VIEJO
Muy bien, lo que tu digas...
Coge un enorme cuchillo que tiene escondido en la maleza y va hacia la puerta trasera de la casa con él en la mano, cojeando levemente como siempre.
Tengo que irme, voy a ver si aún sigue ese en el salón.
GATA VIEJA
Se pone delante y trata de impedir su salida.
¡Asesino, más que asesino! ¡Deja ese cuchillo ahora mismo!
...