lunes, 25 de julio de 2016

"LA VIDA DRAMÁTICA DE MARIE CURIE" de FRANCISCO MADRID y ALEJANDRO CASONA

LA VIDA DRAMÁTICA DE MARIE CURIE/LA ISABELA
de FRANCISCO MADRID y ALEJANDRO CASONA
Tapa blanda. 280 pág, 13,8 x 21 cm. ISBN 978-84-945155-5-2
Edición y prólogo de Paula Simón Porolli.

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FRAGMENTO DEL PRÓLOGO,
 POR PAULA SIMÓN POROLLI

Escrita en tres actos, el manuscrito de La vida dramática de Marie Curie revela que, mientras la autoría del primero de ellos corresponde al autor asturiano y la del segundo al catalán, el tercer acto fue escrito por los dos en colaboración. La obra relata la vida de Maria Sklodowska, conocida por su nombre traducido al francés y su apellido de casada, Marie Curie, quien, habiendo nacido en una familia humilde y acuciada por los conflictos políticos provocados por la opresión de los rusos en el territorio de Polonia, se marcha a París a dedicarse por completo a su vocación científica. Su austeridad, su humildad y su inmensa devoción por el trabajo científico son las notas constantes del texto, así como su lealtad al marido y compañero de trabajo Pierre Curie, junto a quien descubrió el radio y pasó por ello a la posteridad. Si bien se basa en los datos fácticos de la vida de la científica señalados por Eve Curie, lo cierto es que los autores imprimen en las páginas algunos elementos ficcionales que aportan dramatismo y belleza estética a esta biografía escénica.


FRAGMENTO DE "LA VIDA DRAMÁTICA DE MARIE CURIE", 
DE FRANCISCO MADRID Y ALEJANDRO CASONA

EPÍLOGO
Dramatis personae:

María Curie (María Sklodowska)
Dr. Tobe
Bronia, hermana de María
Eva, hija de María


Una clara habitación en el sanatorio de Sancellemoz. Una amplia ventana en ángulo deja ver al abrirse un lejano paisaje de alta montaña, con pinares nevados. Luz indecisa, de madrugada, que va aumentando hasta una magnífica salida de sol. MARÍA duerme reposadamente en un cómodo sillón de ruedas. El DR. TOBE, director del sanatorio, la contempla y examina el pulso, mientras habla a media voz con BRONIA. 
BRONIA
Dígame, doctor, usted que la ha seguido paso a paso desde su llegada al sanatorio, ¿cree que los médicos de París están en lo cierto? 
DR. TOBE
Con todo respeto, creo que no... Siempre están bien el aire libre y la montaña, pero el mal de su hermana no está en los pulmones. El único gran culpable aquí es el radium. Sus emanaciones, en tantos años de trabajo, le han corroído la médula. 
BRONIA
Lo temía. La naturaleza no perdona jamás a los que le roban sus secretos. Y el radium, que a tantos les ha dado la vida, tenía que matarla a ella. ¿Duerme? 
DR. TOBE
Tranquilamente. Y con un pulso normal desconcertante. 
BRONIA
¿Y la fiebre? 
DR. TOBE
Apenas ya. Treinta y siete, cinco. 
BRONIA
Es extraño. Hasta ayer el termómetro señalaba cuarenta. ¿Cree usted que puede ser un síntoma favorable? 
DR. TOBE
Al contrario. Precisamente este descenso brusco es lo que me preocupa. Usted es médica también y le debo la verdad. 
BRONIA
Sin embargo, todos los síntomas desde ayer acusan una reacción casi milagrosa. Los ojos de María han recobrado la luz; tiene apetito y alegría, ganas de levantarse, de correr por el campo… 
DR. TOBE 
Evasivo.
Sí… es un fenómeno bastante frecuente. 
BRONIA
¿O significa lo contrario, el espejismo final?
DR. TOBE
¿A qué espejismo se refiere? 
BRONIA
A esos enfermos que se sienten renacer de pronto con una alegría infantil, que sonríen felices a la luz de la mañana llenos de fe y de sol... Y entran así en la muerte, con la sonrisa en los labios. ¿Es eso lo que está viviendo mi hermana, doctor?
DR. TOBE
Por lo menos hay que estar dispuestos a esperarlo todo. 
BRONIA ahoga un sollozo.
Pero no llore, por favor. Puede despertarse.
BRONIA
No tenga miedo; sé cuál es mi deber. María tiembla con la idea de la muerte como una niña y al despertar no debe encontrar en torno suyo más que sonrisas. Yo sabré sonreír, se lo prometo. 
A EVA, que entra en este momento.
Silencio. Está dormida.
EVA
¿Sigue la fiebre alta?
BRONIA
Ya no. Treinta y siete, cinco.
EVA
¿Nada más? ¡Pero eso es un milagro! ¿Qué quiere decir esto, doctor? ¿Es que ya pasó el peligro?
DR. TOBE
¡Ánimo, muchacha! La prueba ha sido muy dura, pero me parece que la hemos vencido.
EVA
¿De verdad? 
Se vuelve a BRONIA.
¿No me engañáis?
BRONIA
Te lo juro, Eva. El doctor Tobe no miente nunca. ¿Por qué te has levantado tan temprano?
EVA
Para que te acuestes tú. Llevas toda la noche en vela y yo, en cambio, he dormido tres horas seguidas.
...