domingo, 13 de noviembre de 2016

ENTRE EL AUTOR Y EL EDITOR: ENTREVISTA A EDUARDO GALÁN



ENTREVISTA 
CON 
EDUARDO GALÁN 
con motivo de la publicación del libro

LOS DIABLILOS ROJOS/
HISTORIA DE 2

en la editorial
 ESPERPENTO EDICIONES TEATRALES.
Tapa blanda. 212 pág. 13,8 x 21 cm. ISBN 9788494402982
http://www.esperpentoteatro.es/epages/78344810.sf/es_ES/?ObjectPath=/Shops/78344810/Products/109 

1.     Como dramaturgo tienes ya una dilatada trayectoria. ¿Cómo ha funcionado, en tu caso, la dialéctica entre escribir (publicar) y estrenar teatro?

Al principio de mi carrera me resultaba más sencillo publicar que estrenar. En primer lugar, porque había más editoriales que se arriesgaban a publicar textos teatrales de autores noveles o jóvenes y, por el contrario, era más difícil estrenar. Lógicamente, al poner en marcha mi productora hace diez años, me he volcado más en los estrenos y tampoco he buscado la publicación. Creo que es un error. Los textos deben pervivir y pueden recibir una segunda o tercera lectura.

2.     ¿Crees que el teatro va a tener un papel relevante en la cultura del siglo XXI? ¿Se puede seguir escribiendo teatro en estos tiempos?

Por supuesto que el teatro seguirá vivo, al tratarse de un espectáculo que solo tiene sentido cuando se desarrolla en vivo y en directo, no puede enlatarse, no puede vivir en digital. La sociedad sigue buscando los espectáculos que reflejan sus emociones, sus ideas y buscar contrastarlas con lo que ve en escena.

3.     En el libro que acabas de publicar en Esperpento Ediciones Teatrales incluyes dos obras aparentemente muy diferentes ¿Hay algunas constantes recurrentes en tus obras?

Seguro que hay constantes recurrentes, obsesiones, emociones, que se repiten, aunque yo no sea consciente. Por un lado, las historia de soledad, el hombre urbano que se enfrenta a su soledad y que halla la salvación a través del amor. Por otro lado, la búsqueda de lo más profundo del ser humano, de las causas que nos conducen a la infelicidad, no tanto por la situación social o el medio, sino por nuestra propia incapacidad para asimilar nuestra condición humana. Recursos estilísticos seguro que sí, como se indica en el prólogo de esta última publicación de mis dos obras, el beso final de optimismo con el que terminan las dos comedias.

4.     Háblanos de la obra Los diablillos rojos. Esta obra está escrita en colaboración con el psiquiatra Arturo Roldán ¿Compaginan bien los casos clínicos con la comedia?

Los casos clínicos en los que se basa la obra son casos reales dramáticos. Por un lado, la histeria de la señora que ve diablillos que la poseen y le proporcionan los orgasmos más salvajes de su vida son la constancia de una vida matrimonial vacía y rota desde muchos años atrás y, sobre todo, la imposibilidad de escapar de esa terrible frustración. Por otro lado, el enfermo del síndrome de Clotard, el personaje que porta permanentemente una máquina de escribir, padece una enfermedad incurable, promovida entre otras razones por el abandono de la mujer y, sobre todo, por la imposibilidad de recuperar el cariño de su hijo ya adulto… Evidentemente, son dos casos dramáticos. Sin embargo, la comedia puede hacerlos digeribles, puede hacernos sonreír, reír, para llevarnos finalmente a la reflexión, a la introspección de una manera más amable.

5.     En esta obra la falta de comunicación es un elemento crucial. ¿Es este el gran problema surgido de la globalización?

Sin duda. Las nuevas tecnologías son un sucedáneo de la verdadera comunicación. No tiene nada que ver una conversación de una hora por whatsapp que una conversación con el amigo, familiar o pareja en directo, en donde los gestos, las miradas, las sonrisas, los movimientos, el tono y el volumen de voz transmiten con más autenticidad nuestro interior que  nuestras propias palabras. Es cierto que el whatsapp  (como Factbook o el correo) nos ayudan a mantener contacto con personas que viven lejos y con las que no podríamos mantener el contacto en vivo. Pero a esta forma de relacionarse yo la llamo “sucedáneo”… Me refiero al abuso que realizamos de este tipo de comunicación virtual que está sustituyendo a la comunicación directa. Nada más triste que observar una mesa de una cafetería en donde las cuatro personas, por ejemplo, que comparten una velada, están usando el móvil permanentemente. Y aquí no hay diferencias de edad…

6.     A raíz de tu faceta como productor de tus propias obras, ¿puedes resumirnos como ha sido el proceso de puesta en escena de Los diablillos rojos?

Los procesos de producción son muy complejos y estresantes. En primer lugar, busco director y solicito su lectura crítica, su lectura en la que proponga modificaciones del texto, mejoras, supresión de elementos… Con el director planificamos el equipo artístico y el proyecto de puesta en escena, en el que se incluye la siempre difícil búsqueda de reparto. Al mismo tiempo busqué socios coproductores, que aceptaron participar en el proyecto, como Jesús Cimarro, Enrique Cornejo y Pedro Hermosilla. Arrancamos a primeros de julio de 2015 con una lectura, a la vieja usanza, de la obra con la compañía y todo el equipo artístico y de producción en el escenario del teatro Muñoz Seca… Dos meses más tarde se iniciaban los ensayos.
7.     La otra obra incluida en este volumen es Historia de 2, en la que indagas en tu propio mundo de la enseñanza, ya que también eres profesor de secundaria. ¿Crees que  la educación sigue siendo un tema vigente en el teatro?

La ecuación forma parte de la tradición escénica, da motivos de creación escénica, sin duda, con comedias o con dramas, como es el caso del acoso escolar. Por otra parte, necesitamos que la clase política de cualquier signo acepte la conveniencia y necesidad de incluir en los planes de estudio la asignatura de Drama como se hace en Gran Bretaña o en Estados Unidos. No como un medio de promocionar las artes escénicas, sino como un excelente procedimiento de mejorar las habilidades creativas y de conducta de los estudiantes.

8.     ¿Es posible incorporar a las nuevas generaciones como espectadores de teatro?

Es una tarea compartida por las familias y los centros escolares. Por un lado, los padres que llevan a sus hijos al teatro para niños están aficionándoles al teatro… Y los centros escolares deben vincularse más al teatro, no solo haciendo niños espectadores, sino fundamentalmente convirtiéndoles en protagonistas al montar espectáculos escénicos en sus colegios.


9.     Historia de 2 también la produjiste para la escena. ¿Cómo fue esta experiencia?

Fue una experiencia muy grata. Por un lado, había escrito esa obra cuando no estaba dando clases. Soy profesor. Y llevaba quince años fuera de las aulas. La estrené a mi vuelta, porque así fueron los tiempos de producción. La obra realista me hablaba de la realidad de las aulas… Fue muy grato trabajar con Jesús Bonilla, quien regresó conmigo a la escena tras dieciocho años sin trabajar en teatro, como yo había regresado a la enseñanza tras quince años alejado de las aulas. La acompañaba una excelente actriz, Ana Ruiz, con quien ya había trabajado en  otras ocasiones. Y conté con Gabriel Olivares en la dirección, con quien ya había trabajado anteriormente… Un buen espectáculo en mi opinión. Reflejaba los problemas de la educación desde la perspectiva de un profesor a punto de jubilarse, desengañado de todo y sometido a un proceso duro de soledad…

10.  Para terminar, puedes decirnos ¿cómo llegaste a publicar con Esperpento Ediciones Teatrales? ¿Cómo ha sido tu experiencia con esta editorial?

Contacté por correo electrónico. Escribí al editor preguntándole si estaba interesado en publicar alguna obra mía… Me llevé una gran alegría cuando respondió afirmativamente. No lo esperaba. Una editorial recién nacida llena de pasión por el libro y por el teatro. Un lujo, sin duda, hoy en día. La experiencia ha sido formidable. Repetiría con otro texto, por supuesto.


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