jueves, 29 de marzo de 2018

¿EL TEATRO TAMBIÉN SE LEE?


Entrevista para 
Especial  Editoriales de Teatro
Revista Qué Leer
 a
Fernando Olaya Pérez
Editor de Esperpento Ediciones Teatrales

En el número de marzo la revista "Qué leer" publica un artículo de Rafael Ruiz Pleguezuelos bajo el título "El teatro también se lee", donde se establece una panorámica de la edición del teatro en España y se habla con diferentes editores actuales. Pongo aquí la entrevista íntegra que remití al periodista por si fuera de interés.




    Cómo surge la editorial? Esboza una breve historia del sello.

Esperpento Ediciones Teatrales nace en 2015. Esta es una empresa unipersonal, fruto  de muchos años de formación en el campo de la dramaturgia y las artes escénicas. Antes de lanzar la empresa también tuve que prepararme en el campo de la edición, ya que en las editoriales pequeñas hay que hacer de todo (maquetación, corrección, márketing, etc.). En dos años y medio hemos editado más de treinta libros, básicamente organizados en las colecciones de “Teatro español”, “Teatro traducido” y “Estudios teatrales”. Ahora hemos lanzado una nueva colección de “Dramaturgia emergente” que pretende dar voz a los nuevos talentos que encuentran más difícil publicar y representar sus obras.
 
En qué se diferencia editar teatro de cualquier otro género? (Respecto a la recepción del público, cobertura de medios, posibilidad de venta…)

El teatro además de un género literario-dramático, también es un arte escénico. Aunar ambas vertientes es el sueño de todo editor de teatro: que los textos que editamos se lean y se pongan en escena.  La edición de teatro también tiene sus especificidades, y nosotros estamos intentando crear un estilo propio basado en la claridad y diferenciación de los diferentes elementos de la escritura teatral. Lamentablemente en España se lee muy poco. Y dentro ese muy poco, el teatro se lee poquísimo. Esto condiciona todos los aspectos de recepción y difusión de los libros de teatro. Es muy difícil colocar los libros de teatro en librerías no especializadas, por lo que hay que trabajar mucho el mundo virtual y las redes sociales.
 
   Qué tipo de lector tiene el teatro? ¿Tiene sobre todo público profesional (lectores que de una forma de otra se dedican al teatro) o lectores generales, como los de cualquier otro género?  


    Los lectores son básicamente de esos dos tipos, aunque no sé en qué proporción. Por una parte hay un público, llamémosle profesional, de los que se dedican a las artes escénicas y necesitan el libro para su trabajo, para estar al día, para abrirse a nuevas propuestas, etc.. Y también hay un público aficionado al teatro escénico que amplía su interés a los libros teatrales para leer las obras o informarse mejor sobre otros aspectos.  En este sentido lo que se ha perdido es el lector que accede al teatro a través de la literatura y desde ahí descubre el teatro escénico. El lugar del teatro en la educación española es, simplemente, patético.

   Cuál es la mayor dificultad que encontráis los editores de teatro?

La mayor dificultad es sobrevivir. Hacer que una editorial dedicada exclusivamente al teatro, como Esperpento Ediciones Teatrales, sea viable económicamente es el mayor reto que me he impuesto en mi vida profesional.  Vivimos en un país que toda la cultura parece que tiene que estar subvencionada o es una ruina. Me gustaría poder subsistir gracias a la venta de mis libros. Yo no soy partidario de las subvenciones (aunque si las tengo que pedir las pediré), pero me gustaría más que las bibliotecas públicas compraran mis libros (cosa que no hacen) y estos fueran accesibles a un público más amplio. Creo que es más inteligente invertir en fondos para bibliotecas que no en hacer grandes tiradas que acaban pudriéndose en un almacén.

¿El mundo editorial español está mucho mejor o mecho peor de lo que se dice? Define rápidamente el panorama editorial de nuestro país…

Las nuevas tecnologías han hecho posible una democratización de la edición, pero también han hecho que el mercado se fragmente hasta extremos tan alarmantes que no permiten la viabilidad a largo plazo de muchas editoriales. En cuanto a la edición de teatro estos últimos años están surgiendo, junto con la nuestra, algunas nuevas y pequeñas editoriales, pero no sabemos cuántas continuaremos dentro de cinco años. A la par, también se está produciendo una pequeña edad de oro (o de plata) en la dramaturgia española, pero este fenómeno no se está reflejando convenientemente debido a las debilidades del sistema de exhibición teatral y la invisibilidad de los libros de teatro.

Cuál consideras que es la joya de vuestro catálogo? ¿De qué libro editado por vosotros te encuentras más orgulloso/a? 
 
Nuestro catálogo es una joya en sí mismo. Una de las principales metas de la editorial es configurar un catálogo donde prime la calidad, que no sea excluyente y que vaya convirtiéndose en un referente del mundo editorial de la literatura y las artes escénicas. La dramaturgia actual, indudablemente, tiene un papel predominante. Publicar autores consagradísimos, que yo considero mis maestros,  como Alonso de Santos, José Ramón Fernández o Javier Maqua, no tiene precio. Y dar la oportunidad a autores nuevos, con un gran talento, de publicar su obra también es muy gratificante, como en el caso de Pablo Canosales, Ester Bellver, Diana de Paco, Iván Cerdán, Miguel Ángel Martínez, etc.. a los que se une ahora una nueva colección de “Dramaturgia emergente”.  También nos interesa recuperación de textos perdidos u olvidados (Jardiel, Larra, Lord Byron, Víctor Hugo, Holberg,  etc.), sin olvidar la colección de Estudios Teatrales que queremos potenciar. También estoy muy orgulloso de los dos libros de teatro breve que hemos publicado hasta la fecha (“La paradoja del dramaturgo” y “22 monólogos de cuento”), donde han participado más de treinta dramaturgos/as actuales. De todas formas la joyita de nuestro catálogo, de la que estoy especialmente orgulloso es el libro de Francisco Madrid, un autor exiliado en Argentina después de nuestra guerra civil, y que descubrimos gracias a Paula Simón Porolli, una investigadora argentina. Editamos una obra escrita junto con Alejandro Casona (“La vida dramática de Marie Curie”) y otra en solitario que es una verdadera obra maestra (“La Isabela”), un drama rural castellano con mucha fuerza. Ambas merecerían una puesta en escena en condiciones.

   Un dramaturgo que aún no está en tu catálogo pero que te encantaría editar:

Pues dramaturgos y dramaturgas hay bastantes que me gustaría editar, pero intento no cegarme con mis propios deseos. Para Esperpento Ediciones Teatrales es fundamental el trato con los autores y las autoras. Intentamos que este sea fructífero para ambas partes. Y, hasta ahora, casi siempre lo ha sido. Los proyectos tienen que surgir de forma natural. Unas cosas te llegan, otras las buscas y otras no hay manera. Así es la vida (como el teatro).

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