martes, 13 de marzo de 2018

ENTRE EL AUTOR Y EL EDITOR: ENTREVISTA A ESTER BELLVER



ENTREVISTA CON 
ESTER BELLVER
(DRAMATURGA Y ACTRIZ)
con motivo de la publicación del libro
“PROTAGONIZO-MANOLITA-RÉQUIEM”
en la editorial ESPERPENTO EDICIONES TEATRALES.
http://www.esperpentoteatro.es/epages/78344810.sf/es_ES/?ObjectPath=/Shops/78344810/Products/128

1. Como actriz tienes ya una dilatada trayectoria, pero como dramaturga te estrenas con esta trilogía ¿Cómo está funcionado, en tu caso, la dialéctica entre escribir teatro y poner en escena tus obras?
Ocurre un desdoblamiento muy interesante. Una es al mismo tiempo la que escribe los textos, la actriz que los interpreta y quien marca la estructura donde se sujeta el espectáculo. Cada una de estas figuras (autora, actriz, directora) intervienen activamente en el proceso de creación, corrigiendo y aportando desde la perspectiva que le brinda mirar la misma cosa bajo otro prisma. Es en los ensayos donde, con la colaboración y discusión de las tres, se termina de armar la dramaturgia con la que se estrenará el espectáculo.
2. ¿Crees que el teatro va a tener un papel relevante en la cultura del siglo XXI? ¿Se puede seguir escribiendo teatro en estos tiempos?
El teatro es algo inherente a la historia de la humanidad. Escribir, hacer y ver teatro siguen y seguirán siendo actividades necesarias para la sociedad, lo mismo que otras artes. El ser humano necesita contemplar el mundo desde poéticas que le permitan distanciarse de la realidad. 
3. En el libro que acabas de publicar en Esperpento Ediciones Teatrales incluyes tres obras que parecen tener ciertas similitudes. ¿Hay algunas constantes recurrentes en tus obras, tanto formales como temáticas?
La editorial me propuso hacer un volumen con dos o tres textos. Se eligieron estas tres obras precisamente porque entre ellas parecía que se componía una trilogía: mujer-padre-abuela. Supongo que la personalidad, el humor y la biografía de uno están siempre ahí, marcando cosas, pero eso no obstaculiza que puedan surgir nuevas perspectivas y temáticas. Para mí, escribir, es sinónimo de sorpresa. Nunca sabes qué es lo que va a nacer cuando te pones con un boli ante un papel y eso es lo que me resulta más atractivo de esta actividad. 
4. ProtAgonizo es la primera de las obras, funcionó muy bien y estuviste girando con ella varios años. En la misma se abordan muchos asuntos relacionados contigo misma ¿Es esta obra más una liberación o un ajuste de cuentas? ¿Cómo abordaste la escritura y puesta en escena de esta obra? ¿Cómo se gestó todo el proyecto?
No lo considero una liberación ni un ajuste de cuentas, protAgonizo intenta reflejar el extrañamiento que uno cobra en un momento dado frente a sí mismo y frente al mundo. Trata de desmontar -o al menos atacar- los pilares de falsedad sobre los que se puede sustentar una vida. El proceso de escritura fue como una especie de vómito que ocurrió por sorpresa en un momento al que defino de ‘rotura personal’. De ahí el nombre de la compañía: Rotura producciones. Algo que estaba por ahí abajo rebullendo me pidió salir y no me opuse. No escribí aquellos textos con la intención de montar un espectáculo, fue mi maestro, Agustín García Calvo, quien después de leerlos me animó a ello. Yo estaba en paro y, bueno, decidí intentarlo. Fue algo muy inesperado lo que ocurrió después: el recorrido que alcanzaría y el crecimiento, tanto personal como en lo relativo al oficio, que me brindaría. Fue una gran experiencia. Puedo decir que hay un antes y un después de protAgonizo
5. Manolita es la segunda obra, también en forma de monólogo, en la que abordas tus relaciones con tu abuela ¿Es una obra más nostálgica, una vuelta a los recuerdos infantiles? ¿Para cuándo podremos ver la puesta en escena de Manolita?
Este texto narra la experiencia de la Guerra Civil a través de los ojos de una mujer ciega que tuvo que sacar adelante a sus hijos teniendo a su marido primero en el frente (tres años) y posteriormente en la cárcel (cuatro más). Esa mujer era Manolita: mi abuela. De pequeña me encantaba escucharla contar aquellas historias “de cuando la guerra”. Quise salvarlas, tanto a las historias como a ella, del olvido, por eso escribí Manolita. No sé cuándo la estrenaré, si la llegaré a estrenar. Veremos cómo se ponen las cosas.
6. Réquiem es la obra que tienes actualmente en pie y que estás rodando por toda España. Esta obra está más relacionada con tu padre y parece un intento de decir todo aquello que no pudiste decirle en vida. ¿Eres más dura contigo misma o con los demás?
Bueno, es una lectura, cada espectador puede ver una cosa. Para mí expresa una experiencia muy luminosa, de amor, que viví con un ser humano estando en una situación tan extrema como es el morirse, más allá de que fuera o no mi padre. En las situaciones críticas pueden ocurrir encuentros muy especiales porque estamos despojados de nuestras máscaras. Durante este proceso tan emotivo comencé a escribir algunos textos. Después mi padre falleció y tuve que me enfrentarme a deshacer su casa. Una casa que era la de mi infancia, el nido del que yo había volado con diecisiete y al que volvía ahora, con cincuenta, para desmantelar. Fue un reencuentro con el origen y al mismo tiempo con la orfandad. Muy fuerte. Seguí escribiendo y de este modo se fueron conformando las diferentes escenas de Réquiem. No sé si uno es duro o blando consigo mismo o con los demás, a mí esto de la vida me parece algo muy misterioso. Solo puedo sorprenderme ante ella; ante mí misma o los demás de igual manera.
 
7. Réquiem la has escrito, dirigido e interpretado ¿Cómo te las apañas para simultanear estas tres facetas?
Una vez decidí que iba a montar el texto vino una larga etapa para ‘metérmelo en la chola’. Siempre me suelo ir (si puedo) fuera de Madrid para estudiar, me gusta hacerlo junto al mar o en la montaña, lejos del ruido de la ciudad. Aprenderse un monólogo es algo muy arduo a lo que yo, por lo menos, tengo que dedicar muchísimas horas y concentración. En este caso me fui un par de meses a un pueblo de Alicante. Después interrumpí unos tres meses por un trabajo que me salió (con esto es con lo que realmente tienes que simultanearte, con algún trabajo remunerado que te salga de vez en cuando para sobrevivir). Al finalizarlo, volví a retomar: vuelta a estudiar otros dos o tres meses, esta vez en un pueblo de Segovia. Mientras estudiaba ya iba imaginando diferentes posibilidades de puesta en escena, también se iba puliendo la dramaturgia. Cuando tuve un nivel de memoria adquirido comencé a ensayar. La primera etapa (cinco semanas) se desarrolló en la casa de mi padre, una vez quedó vacía de cosas. Los grifos comenzaron a gotear… Tuve que suspender estos ensayos, resultaba demasiado desolador. Sin embargo, de allí salieron muchas ideas para el montaje. Las lámparas de araña que quedaban colgando del techo y las perchas vacías de los armarios pasaron a ser la escenografía. Me propusieron una residencia de ensayos en la sala Guindalera de cinco semanas en la que tenía que finalizar con tres pases abiertos a público. Sentí mucho vértigo pero asumí el riesgo, y esa condición de tener que mostrarlo al público en un plazo de tiempo me puso las pilas. En las cuatro primeras semanas terminé de seleccionar los textos que iban a ir y a determinar su orden. Ya tenía mucho trabajo hecho, para mí montar un espectáculo es algo parecido a abrir la nevera y cocinar con los ingredientes que tienes. La quinta semana se unió al trabajo Juan Gómez-Cornejo. Siempre trabajo con él, lo cito porque para mí, su luz, es dramaturgia también y parte fundamental para la identidad del espectáculo.
8. Háblanos un poco del prólogo de Ángel García Galiano y de la edición que ha hecho Begoña San Narciso.
Ángel es un escritor maravilloso, también un gran amigo que ha seguido de cerca mi evolución escribiendo, al igual que los procesos de creación de mis espectáculos. Es un gran cómplice. Su prólogo lo percibo como una inhalación. Parece que estuviera oliendo una flor (es su manera de asomarse al libro) y nos describiera poéticamente esa sensación. Es un viaje sensorial a través de las tres historias. Ha escrito algo muy bello, es un lujo y un honor tenerle de prologuista.
Con Begoña me encanta trabajar, aprendo muchísimo con ella. Ya hizo la edición de un libro que edité por mi cuenta anteriormente. La técnica que hemos desarrollado es la de decir yo el texto en voz alta, tal y como lo interpretaría en un teatro, y ella va corrigiendo la puntuación según las entonaciones e inflexiones que hago. Coloca las palabras como notas en un pentagrama. El lenguaje puesto en sus manos es música pura.

9. Para terminar, puedes decirnos ¿cómo llegaste a publicar con Esperpento Ediciones Teatrales? ¿Cómo ha sido tu experiencia con esta editorial?
Envié el texto a tres editoriales de teatro contemporáneo, entre ellas a Esperpento. A los tres días me escribió Fernando Olaya, su editor, diciéndome que lo había leído y que estaba interesado. Me preguntó si tenía algún texto más para sacar un volumen un poco más completo. Menuda alegría me dio. Me ha hecho mucha ilusión sacar este libro. Fernando es un apasionado del teatro español, tanto clásico como moderno, da gusto trabajar con él. La editorial es su sueño y lo cuida con gran cariño. Agradecida y honrada de formar parte de su colección. 
Más info en:
Del 10 al 27 de mayo en el Teatro FERNÁN GÓMEZ de Madrid.

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